El aclamado relato de fantasía Kusunoki’s Garden of Gods de Enju, con ilustraciones de ox, da el salto a la animación y promete ser una de las producciones más contemplativas y bellas de 2026. La historia sigue a Minato Kusunoki, un exorcista que, al limpiar una casa encantada, descubre que el lugar se convierte en un refugio para deidades y espíritus. Lo que comienza como un trabajo rutinario se transforma en una convivencia entre lo humano y lo divino, llena de calma, misticismo y aprendizajes espirituales.

Las expectativas son altas, ya que el tráiler revela una atmósfera serena, impregnada de naturaleza y energía espiritual. La combinación entre slice of life y fantasía sobrenatural ha despertado el interés de quienes buscan una narrativa pausada y emocional, similar a obras como Natsume Yuujinchou o Mushishi. La serie podría destacar por su capacidad de transmitir paz y profundidad en cada episodio, utilizando los jardines y templos como metáfora de la conexión entre los mundos.
El proyecto está a cargo del estudio Juvenage, bajo la dirección de Sekijū Sekino y con guion de Yūji Kobayashi. Entre el reparto confirmado se encuentran Shōgo Sakata como Minato Kusunoki, Shinshū Fuji como Yamagami y Yūichirō Umehara interpretando a Saiga Harima. El equipo promete un trabajo visual elegante y una ambientación detallada que resalte la espiritualidad que caracteriza a la obra.

Kusunoki’s Garden of Gods tiene previsto su estreno para abril de 2026, aunque aún no se ha confirmado la plataforma de emisión. Con su estética cuidada y su propuesta centrada en la convivencia entre humanos y dioses, se perfila como una de las producciones más singulares de la próxima primavera.
Desde su publicación en 2021, la novela ligera ha sido reconocida por su tono reflexivo y su representación simbólica de la armonía con lo sobrenatural. Su adaptación al anime busca expandir ese legado, llevando a la pantalla una historia donde la calma, la naturaleza y la fe conviven en perfecta armonía. Sin duda, una propuesta que promete tocar tanto el alma como la imaginación de los espectadores.








